Son 15 los primeros niños y niñas que se están beneficiando en Gipuzkoa de un tratamiento diseñado de manera individual con un exoesqueleto pediátrico. Se trata del primer aparato de estas características que existe en el mundo, fabricado por Marsi Bionics, adquirido por Aita Menni, y que gracias a la colaboración con Aspace Gipuzkoa y la Diputación Foral de Gipuzkoa, ya se está utilizando con 15 niños y niñas con parálisis cerebral y alteraciones motrices afines. Es en las instalaciones de Goienetxe Aspace Gipuzkoa en Donostia, donde se realiza la terapia intensiva, gracias al trabajo conjunto de profesionales de Aita Menni y Aspace Gipuzkoa.
Desde octubre del 2022 se vienen realizado las sesiones en tres grupos de cinco menores con parálisis cerebral, y tras la finalización de esta prueba piloto, se extraerán las conclusiones para valorar la continuidad del tratamiento y su extensión a más niños y niñas. Por las características del exoesqueleto, su uso está dirigido a menores de entre 4 y 13 años que no pueden caminar de manera autónoma. "A cada niño y niña el tratamiento les ayuda a lograr su objetivo personal, ya sea mejorar su movilidad o incluso caminar", ha detallado el diputado general, Markel Olano.
En el encuentro estuvieron presentes la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña; el director de Aita Menni, Mikel Tellaeche; la presidenta y la directora de Aspace Gipuzkoa, Rosa Iglesias y Esther Larrañaga, respectivamente; la médica rehabilitadora de Aspace Gipuzkoa, Carolina Lancho; el responsable de la Unidad de Daño Cerebral de Aita Menni, José Ignacio Quemada; las fisioterapeutas de la Unidad de Daño Cerebral de Aita Menni cualificadas para impartir esta terapia, Irma García y Nerea Meabe. Acudieron además Arantxa Antoñana y su hija Danele para realizar una breve demostración.
El programa de asistencia tiene una duración de 24 semanas, y los 15 niños y niñas han realizado 4 sesiones semanales durante 6 semanas, aunque el último grupo todavía no ha terminado el tratamiento. Se prevé, además, que en las próximas semanas se configure un cuarto grupo con 5 niños y niñas más, llegando a aplicar este proyecto de innovación a un total de 20 menores. Según explican desde Aspace Gipuzkoa, la acogida de esta iniciativa por parte de las familias está siendo “maravillosa”, porque se ajusta a las necesidades y objetivos de cada niño o niña.
Aunque el objetivo principal no sea la recuperación de la marcha, hay otros objetivos muy importantes para mejorar sus condiciones de vida: la ampliación del rango articular, la mejora de la fuerza muscular, una mayor funcionalidad en extremidades superiores, la mejora de la función respiratoria, un aumento de la interacción social y nuevas vivencias personales.
El diputado general, además de agradecer la labor que cientos de profesionales realizan en Gipuzkoa para mejorar la vida de personas en situaciones de fragilidad, como son las personas con parálisis cerebral, ha puesto en valor el modelo social que “estamos reforzando día a día entre todas las partes implicadas: las administraciones, junto con las entidades sociales y la propia comunidad”. Ha recalcado que el mejor ejemplo de ello es la iniciativa hoy presentada, “que gracias a la suma de fuerzas entre Aita Menni, Aspace Gipuzkoa y la Diputación Foral de Gipuzkoa, mejoremos el día a día de estos niños y niñas y de sus familias”.
En palabras de Mikel Tellaeche, director gerente de Aita Menni, “este proyecto de innovación ha sido posible gracias a la colaboración de Marsi Bionics, Osasunberri y del programa Hazitek. La colaboración público-privada junto con el tejido social de Gipuzkoa permiten abordar experiencias innovadoras en los sectores de la dependencia, siendo este caso una muestra de la capacidad de innovación presente en las personas profesionales de ambas instituciones”.
“Confiamos en la mejora de la calidad de vida que proporciona la utilización del exoesqueleto infantil en los menores que participan en la prueba, así como los beneficios en la espasticidad, que es un trastorno del sistema nervioso central que ocasiona dolor y rigidez en los músculos y que limita la movilidad”, ha explicado Tellaeche. Ha agregado que el proyecto pretende establecer, mediante la medición de variables relacionadas con la calidad de vida, salud, integración social y valoración de profesionales y familias, el impacto de la utilización de un exoesqueleto infantil en el proceso de actividades de la vida diaria y en las acciones de rehabilitación.
El exoesqueleto pediátrico Atlas 2030 ha sido especialmente diseñado para niños y niñas que no pueden andar de forma autónoma a causa de patologías como parálisis cerebral, lesiones medulares hasta C4, atrofia o distrofia musculares, miopatías u otras enfermedades neuromusculares. Considerado el primer exoesqueleto pediátrico del mundo, este ingenio electromecánico e inteligente ha sido puesto en el mercado por la compañía Marsi Bionics, surgida del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y apoyada por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Tras ocho años de desarrollo, en mayo del 2022 obtuvo el marcado CE de la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario para utilizarse en hospitales y clínicas de rehabilitación. El robot está compuesto por 8 articulaciones activas que imitan el funcionamiento de músculos y ayudan a los pequeños a sostenerse y caminar.
Este exoesqueleto pediátrico sostiene al niño o niña desde el tronco hasta los pies mediante un sistema que no requiere control del tórax. Cuenta con un sistema de control que utiliza sensores para detectar los movimientos del menor y proporcionarle ayuda para el movimiento en tiempo real. El exoesqueleto interpreta la intención de movimiento y responde a esa intención a cada paso, pudiendo incluso generar un patrón de marcha que permite su utilización en modo pasivo. También tiene un diseño ergonómico que lo hace fácil de usar y cómodo, con un corsé ergonómico y zapatos y ajustes ortoprotésicos.
Además, el Atlas 2030 cuenta con una serie de características innovadoras, como la capacidad de ajustar la altura del exoesqueleto para adaptarse a diferentes personas usuarias, la capacidad de conectarse a dispositivos móviles para facilitar el seguimiento del progreso en su utilización y la configuración de programas personalizados de rehabilitación. El dispositivo funciona mediante una batería reemplazable que permite su utilización durante 2,5 horas seguidas.
El Atlas 2030 se encuentra actualmente en proceso de pruebas y estudios clínicos en hospitales y centros sanitarios de España y otros países de Europa y América Latina.