El Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de San Sebastián ocupa la planta baja de un moderno edificio en el Parque Tecnológico de Zuatzu, en las afueras de la capital donostiarra. Allí, Aita Menni presta servicios de rehabilitación a personas con daño cerebral adquirido, y gestiona el Centro de Día, un recurso del Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa que ofrece programas de atención personalizados con terapias rehabilitadoras y neuropsicología y actividades de diversos tipos.

El centro lleva 9 años en su actual ubicación, desde septiembre de 2014, aunque echó a andar en mayo de 2003 en el edificio de la Cruz Roja del barrio del Antiguo. Espe Vicente, su encargada, llegó al centro en aquel momento procedente de la Unidad de Hospitalización de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni de Gesalibar. El pasado 3 de febrero, después de 27 años de trabajo en nuestra Institución, llegaba el momento de su jubilación.

Natural en Bergara, Espe supo de Aita Menni mientras vivía en Mutriku. Desde los 19 años había trabajado como administrativa, y después de casarse y estar un tiempo sin trabajar, decidió volver a la vida laboral y se sacó el título de auxiliar. "Un amigo era médico en el Hospital Aita Menni y me ofreció la posibilidad de trabajar allí —recuerda—. Comencé en Retraso Mental en el turno de noche, en el pabellón San José, que ya no existe. Estaba al otro lado de la carretera, frente al Hospital, con el pabellón del Sagrado Corazón y con Ingresos. Luego estuve en la UPA, la Unidad Para Adolescentes, y después ya en Daño Cerebral."

Desde entonces, ése ha sido su ámbito de trabajo, primero en Gesalibar y después en San Sebastián. Ahora abre otra etapa de su vida, nueva e ilusionante: "Es un cambio muy grande; realmente no sé qué es vivir sin trabajar. De momento me daré un tiempo a ver cómo me adapto, y veremos qué surge, qué ideas o qué nuevas aficiones desarrollo."

A la pregunta de qué es lo más positivo que se lleva de su paso por Aita Menni, no duda ni un instante: "El contacto continuo y diario con los usuarios. Eso es muy bonito. Y en el caso de Daño Cerebral aún más, sobre todo en el Hospital, porque ves cómo la mayoría mejoran mucho en poco tiempo, y luego ves cómo van haciendo su nueva vida".

Ése es el objetivo del Centro de Neurorrehabilitación de San Sebastián, ayudar a las personas con daño cerebral a recuperar al máximo posible sus capacidades y ofrecerles un espacio en el que puedan desarrollar diariamente actividades que favorezcan una mayor conexión con su entorno y, si es posible, prepararse para acceder a talleres ocupacionales, centros especiales de empleo y otros recursos sociales.

A ello ha contribuido enormemente nuestra compañera Espe, a quien vamos a echar de menos —aunque seguro que viene a visitarnos de vez en cuando— y a quien deseamos todo lo mejor en su nueva etapa, más que merecida.

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